Devocional: Más que hojas (y menos show)

Versículo clave

«Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre. Viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si hallaba algo en ella; pero al acercarse, no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos. Entonces le dijo a la higuera: ‘¡Nunca jamás coma nadie fruto de ti!’ Y lo oyeron sus discípulos.» — Marcos 11:12-14 (RVC)

Reflexión

Hoy leí Marcos 11. Y Jesús, que suele sorprenderme… esta vez me desconcertó.

Ve una higuera con hojas, se acerca con hambre, ¡y zas! la maldice porque no tiene fruto. Y yo pensando: «¿Y si era lunes, Señor? ¿Y si la higuera no había tomado café todavía?»

Pero el problema no era el horario.

La higuera tenía hojas, sí. Mucha pinta. Mucha fachada. Pero nada adentro.

Era una parábola en vivo. Jesús no estaba haciendo un berrinche botánico (aunque por un momento lo pensé). Estaba mostrándole a sus discípulos algo… y quizás también a nosotros:

Cuando la vida espiritual se llena de hojas, pero no da fruto… algo está fallando.

Porque a veces somos expertos en «parecer cristianos»:

• Sabemos el versículo exacto para cada crisis (menos la propia).
• Subimos frases con fondo beige a Instagram (con la tipografía perfecta, obvio).
• Y tenemos el don de sonreír en la iglesia… aunque por dentro estamos vendiendo palomas en el templo.

Aplicación

Después de la higuera, Jesús entra al templo… y lo limpia. Vuelca las mesas. Rompe el guion. Cambia el show por adoración real.

Y si hoy entrara al nuestro… ¿qué encontraría? ¿Fruto? ¿O solo más hojas, buena iluminación y WiFi gratis?

Pero ojo: no lo haría para humillarte. Lo haría para sanarte. Para devolverte al centro. Para recordarte que Él no quiere tu show, quiere tu corazón.

Oración

Jesús, si mi vida es puro verde sin fruto… líbrame. Si hay show donde debería haber silencio, haz espacio para lo verdadero. Vuelca lo que tenga que ser volcado.

Solo no te vayas. Quédate y habita este templo que necesita más de ti y menos de mí. Amén.