Nacer de nuevo sin fórmulas, sin filtros, sin atajos.

Escucha el resumen del artículo ▶️
Nacer de nuevo no es solo hacer una oración.
Va mucho más allá.
Es un terremoto espiritual, lento, que cambia todo desde adentro.
Este artículo nace de una charla que compartí con el grupo de hombres de mi iglesia. Un espacio donde pudimos hablar de corazón a corazón, sin poses ni máscaras religiosas.
Hoy, antes de empezar, quiero dejar esto claro:
No soy perfecto. No soy un gurú espiritual.
Soy humano. Me equivoco. Incluso después de haber nacido de nuevo.
Curioso, ¿no?
Antes, con la vieja mentalidad religiosa, habría dicho que el problema era YO.
Que no había nacido de nuevo “de verdad”.
Pero ahora sé que el nuevo nacimiento no es el fin, es el comienzo de un proceso.
Te lo digo por experiencia certificada bajo normas ISO-9579 del quebranto universal 😅.
UNA VIDA, UN PROCESO
Esta charla —si es que puede llamarse así— se basa en más de 40 años de experiencia vivida…
(no revelaré mi edad exacta, por salud emocional jajaja)
En este camino, he conocido personas tercas, difíciles, complejas.
Y en el otro extremo… estoy yo 😅.
No vengo a darte pasos mágicos, ni respuestas empaquetadas.
Solo quiero compartirte mi historia, como es, sin filtros.
Porque la vida espiritual es tan personalizada como la relación con un buen padre.
Yo soñaba con tener algo como mi papá.
Si lo conoces —o has leído su libro— sabes de qué hablo: ese Dios mágico que supo cómo llegarle, con voz tierna y dirección clara.
Mi papá tenía esa fe transparente. Escuchaba a Dios como quien habla con un amigo en el patio trasero. Yo quería eso. Exactamente eso.
Pero Dios no hace copias.
Él trata a cada hijo diferente… y conmigo fue distinto.
INTERLUDIO PUBLICITARIO NO PAGADO
Por cierto, no me están pagando por esto, pero si pueden, compren el libro de mi papá en Amazon: «La búsqueda desesperada del Dios vivo».
Publicidad política no pagada.
Y no, tampoco hay enlaces de afiliado para comisión… (aunque la idea no es mala, ¿eh?) 😂
EL GOLPE QUE ME ROMPIÓ
Mi proceso fue diferente.
¿Será porque fui más terco?
¿Más orgulloso?
Déjame pensar…
Sí. Definitivamente sí.
He pasado por muchos golpes, muchas pruebas.
Pero si has leído este blog, sabes cuál me quebró.
Esa pérdida (causada por mí 🙁 ) que me sacudió hasta los cimientos.
Y fue desde esa herida que empecé a volver.
Después de tantos años «caminando en la fe»…
Fue el dolor el que me trajo de vuelta.
Solo espero que hoy abras tu corazón y tu mente.
Que le permitas a Jesús entrar.
Pero por favor, no lo dejes esperando afuera como yo lo hice.
No le pongas límites.
Déjalo entrar. De verdad.
Esta escena es la mejor introducción para lo que sigue. El diálogo entre Jesús y Nicodemo captura la esencia del nuevo nacimiento: no es religión, es transformación interior.
Ver Video
NACER DE NUEVO – ¿QUÉ SIGNIFICA REALMENTE?
¿Qué es nacer de nuevo?
No se trata de tener conocimiento religioso.
Se trata de recibir una nueva vida en el espíritu.
Juan 3:3
«De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.»
Juan 3:5
«De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.»
Yo lo viví: cuando me quebré, Jesús me levantó con su gracia.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
(2 Corintios 5:17)
Y este «hechas nuevas» no solo es un concepto teológico. Es una experiencia real.
Transformación interior
No fue fuerza de voluntad.
Fue el Espíritu Santo trabajando por dentro.
Jesús no solo me perdonó, empezó a transformarme.
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros…”
(Ezequiel 36:26)
Ahora hay amor donde había juicio.
Paz donde había miedo.
Fe donde solo había esfuerzo humano.
Tolerancia donde solo había rigidez.
¿Cómo ocurre este nacimiento?
No fue por seguir pasos exactos.
Fue por rendirme.
Evidencia del nuevo nacimiento
¿Se nota… o lo estás ocultando?
A veces somos expertos en jugar a la fe,
pero en la práctica… parecemos agentes secretos de Cristo.
Nadie sabe que somos creyentes.
Nuestro entorno no ve diferencia.
¿Y qué pasó ayer en la fiesta?
«Solo fueron dos tragos…»
pero tu testimonio quedó borracho en la esquina, esperando que lo recojas.
O tal vez no fuiste ese.
Tal vez fuiste el jefe gritón.
El cristiano iracundo. El que sirve, pero siempre está de mal genio.
Posiblemente fui todos.
Pero el nuevo nacimiento no se trata de perfección,
sino de evidencia visible de transformación.



Frutos visibles
- Amor a Dios y al prójimo
- Deseo de obedecer su Palabra
- Fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23)
«Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.»
Gálatas 5:22-23
- Deseo real de compartir a Jesús
No es que ahora vivas sin errores.
Es que ya no los justificas con excusas.
Sigo equivocándome, pero la diferencia es que ahora me duele más y regreso más rápido.
Porque el que nace de nuevo…
empieza a vivir como hijo.
EL JUZGADOR QUE HABITABA EN MÍ
En mi interior vivía un juez.
Uno que sabía mucho de Biblia,
pero poco de gracia.
Uno que se esforzaba por «hacer lo correcto», pero muchas veces olvidaba el amor y la compasión.
Yo era ese que señalaba al caído,
pero no sabía cómo levantarlo.
Ese que corregía desde la verdad,
pero rara vez abrazaba desde la ternura.
Me convertí —sin notarlo— en un fariseo moderno.
Y parte de nacer de nuevo fue que ese juez tuvo que morir para que el hijo pudiera vivir.

«¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?»
Mateo 7:3
Diez actitudes que Jesús me mostró… y que siguen vigentes
Estas actitudes no solo estuvieron en mí, siguen presentes en muchas iglesias hoy. Y aunque debo reconocer que en diferentes momentos las adopté, Jesús me mostró un camino diferente:
- Aparentar espiritualidad, pero vivir sin transformación.
(Mateo 23:27) - Cumplir normas religiosas, pero olvidar el amor.
(Mateo 23:23) - Juzgar a otros sin ver mis errores.
(Mateo 7:3-5) - Buscar aprobación humana más que agradar a Dios.
(Mateo 23:5) - Rechazar al que cae en lugar de restaurarlo.
(Juan 8:1-11) - Enseñar lo que no practico.
(Mateo 23:3) - Creerme superior por saber más Biblia.
(Lucas 18:11) - Cuidar la imagen más que el corazón.
(Mateo 23:25) - Defender tradiciones más que obedecer a Dios.
(Marcos 7:8) - Hacer el bien solo para ser visto.
(Mateo 6:1-4)

Jesús no me expuso.
Me reveló mi corazón.
Y lo hizo con amor, no con vergüenza.
Me quitó el disfraz religioso,
y me devolvió la identidad de hijo.
SANAR LA RELACIÓN CON MI PADRE TERRENAL
Sanar la relación con mi papá fue clave.
Y no solo por reconciliación emocional,
sino porque entendí algo profundo:
Mi manera de ver a Dios Padre estaba contaminada por mis heridas con mi padre terrenal.
Cada vez que me equivocaba, inconscientemente esperaba de Dios la misma mirada que a veces percibía en mi papá: decepción, juicio, distancia. Pero esa nunca fue la mirada real de ninguno de los dos.
Cuando sané esa relación, mi corazón se abrió de otra forma al amor de Dios.
“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.”
(Salmo 27:10)

HONRA A QUIEN DIOS HA USADO
No caminé solo.
Dios ha usado personas clave en este proceso.
Hoy quiero darles su lugar.
A mi pastor Carlos y su esposa Kenia, que me han visto llorar, me han escuchado, me han guiado y me han corregido con amor.
A mis padres, que no solo son pastores, sino papá y mamá de verdad: me han acompañado en la fe y en la vida.
A Alina Herrera, creadora de Ovejitas & Ovejitas, una amiga con corazón de cielo que ha orado y alentado como pocas personas.
A mi psicóloga, una persona que Jesús puso en mi camino para ayudarme a organizar cosas que debía asumir, Dios te siga bendiciendo y usando para ayudar a otros.
Y a tantos otros que oran por mí, que me han sostenido en este camino.
Si estoy aquí, no es porque soy fuerte…
Es porque he sido sostenido por la gracia y la comunidad de hermosas personas.
juan muriel
¿Este mensaje tocó algo en tu corazón?
Tal vez sea el momento de dejar de correr y simplemente dejar entrar a Jesús.
No tienes que hacerlo perfecto. Solo abre la puerta.
(Y no te preocupes si tu casa espiritual está desordenada… Él ya sabe cómo está y viene preparado).
Si quieres, puedes compartir en los comentarios lo que este post despertó en ti.
Aquí seguimos… naciendo de nuevo cada día. Sin filtros, sin atajos y sin certificado ISO de espiritualidad 😉.

